No me voy a poner muy filosófica hoy. Pero tengo que comentar lo tormentoso que resulta andar en transporte público.
El otro día se monta en la camioneta una persona, creo que una mujer, ok ok, una mujer, y la parte delantera de su pantalón jeans, en vez de bolsillo tenía dos huecos que mostraban su piel, en realidad, ni pendiente, no es mi asunto si muestra parte de su intimidad por dichos huecos, que a la final, el pantalón estaba tan pegado que no había mucho que observar. El atuendo no me escandalizó por si mismo, sino que me llevó a pensar en que, definitivamente yo no quería estar sentada del lado del pasillo, puesto que la mujer en cuestión, me estaría poniendo sus pieles desnudas en toda mi cara... por Dios, eso si que no.
Vean pues que algunas camionetas son estrechas y los conductores meten gente como si llevaran gallinas, todos apretujados unos contra otros, más que te peguen las caderas denudas en la cara, peor es cuando te pegan el rabo.
Un amigo me comentaba el otro día, el hecho que no entendía la existencia del papel higiénico con aroma, a parte de irritar y aromatizar el baño ¿qué otra función tenía? ¿Quién se acerca a otro para oler su trasero?, imaginen la escena: "uhmmm hueles a primavera mágica". Recordé esa conversación mientras esquivaba una y otra redondez, llegué a la conclusión que el papel higiénico con aroma, es para hacer menos traumático el viaje de miles de pasajeros apretujados en un transporte público.
Dígame cuando tienen la respiración tan fuerte y te respiran encima, o te jalan el cabello. Ah y las mujeres con aquellas carteras, esas donde al parecer guardan el zapato del payaso del circo, no tienen conciencia del tamaño de dicho objeto y van dando bofetadas a todo el que se les atraviesa.
Lo mejor pasa cuando llueve, tienes sauna por un módico precio de 1,2 bolívares fuertes ¡TODAS LAS VENTANAS CERRADAS! y si te sientas cerca de la puerta, para evitar el vaporón, corres el riesgo de ser bañada por algún desgraciado mojón.
Si el camionetero se cree el cuento que de verdad lleva pollos o vacas en su carro, pues, aprieten esas manos, el sacudón constante te hará volar por los cielos, patinar sobre goma y recibir golpes gratis por parte de los que están haciendo equilibrio en el pasillo, el parque temático de Disney se quedó tonto.
Consejo: llevar Hirudoid, gorro, y una bombona de oxigeno, un impermiable no está de más.
Ni pensar que hay gente que no tiene ni idea de lo que es vivir en eso todos los días, y dicen que son cosas bien folklóricas y pintorescas...ah que divertido... como dicen los españoles los programas en donde venden el "paraíso cubano": "¡Qué pintoresca la ciudad en ruinas y sus carros viejos!". Pintoresco el rabo que llevarán en su cara cuando se monten en una camioneta por puesto y ojalá les huela a Dulce Durazno porque el de Primavera Mágica marea un poquito.
Mich
sábado, 26 de julio de 2008
Dios, el transporte púbico, digo, público.
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